domingo, 24 de abril de 2011

Ritual

Veo tus rulos entre el vapor del café con leche,
vuelco azúcar, del sobre a la espuma.
Mientras, dos vasos de soda transpiran la servilleta, como si nada,
(con motivo, pero sin motivación, son un eco de la verdad cero,
la temida nada detrás de todo.)

Vos charlando animada, te escucho, te hablo,
nos rodean normalidad, esperanza, bazar, decoro, tensión, frivolidad..
hasta que, vi que tenías una pequeña miga de pan tostado pegada en la mano,
no importaba si llamabas al mozo, si me contabas algo serio o te reías,
seguía ahí, junto a cada movimiento tuyo,
de dónde vino, no sé, pero ahora vos dibujás letras de pan,
ahora tus gestos son dirección de orquesta, pases de magia,
esa tu música despluma de un saque a toda palabra que no quiero escuchar,
ya está, esa migaja ingenua me encandila, así son las ganas que tengo de quererte,
por fin, cómplice gota de pan, pegamento del viento, abrazo local, coexistencia.

Puedo invocar reinos de papel, pruebas de sangre,
tapas de empanadas, rellenos de colores,
pintares y condimentos, pero cualquier intento es poco decir,
no puedo ni quiero -decirte-,
estos trazos, actos, son tentativa de limitar al fantasma, y no de evitarlo,
estoy al servicio de moderar el agujero con cuentos,
edificar la ternura, hacer cálido, para que haya algún : no te preocupes yo estoy,
no importa, y gracias de verdad.

Frené un ángulo real con el pecho y me quemé de frío,
me costó despegarme de su hielo a los tirones.
Perdí una parte de mí, pero me salvé de evitarlo.

Construcción. Ritual. Que para destruir basta con no hacer nada.