viernes, 18 de septiembre de 2009

Imagina

Una dama creía de llano en cosas que había venido imaginando.
Una noche, alguna realidad la sacó del cuento,
y siendo muy mala para las deducciones,
vino a concluir de que así convenía ver las cosas en adelante,
"a no creerse ninguna", se dijo..
Pero claro, ella no percibió que hasta esas palabras eran símbolos,
surgidos de creer previamente en un significado,
usar las palabras para desdeñar la fe es, antes que nada, una paradoja..
Mientras tanto,
(y al mismo tiempo para mayor poesía),
un tipo de la vuelta,
se deleitaba con ideas impopulares que en el próximo siglo,
disfrazarían de corbata a alguien,
Otro de barba miraba estrellas y escribía notas,
y una mina, que vivía, ponele a dos cuadras,
ensayaba canto, y le salía la voz.. cómo decirlo,
un viento dulce!, de esos cantos que no podés hacer nada,
Y toda esta gente, hacía todo eso, creyendo igual,
a pesar de tener una realidad tan palanganíl y vacua,
o más, que la que tocó en suerte a la primer dama.

Se sabe de triángulos y que el otro siempre está lejos,
acaso que su historia es distinta, y que no debe haber camino para entenderse,
y se saben boludeces peores, y se saben verdades peores,
pero ¿qué carajo importan?

Hay una caterva de gente y de eventos más interesantes,
con esos me hago el desayuno, y me planeo la cena,
lo demás que sucede, que suceda,
si no puedo hacer nada en contra,
al menos, no voy a pensar en eso.

Sinceramente,
Ninguna cosa, me parece más útil que imaginar.