domingo, 7 de marzo de 2010

Simetría

Llueve,
en este árbol,
parece firme,
pero ante el crujir de un cielo sin colores,
vuelca temor a sus ramas,
que se tientan a imitar el ruido,
y a tocar el suelo para no agitarse nunca más.

Ánimo,
hoy no te vas a quebrar entre gotas.
Porque a vos, lloviente noche,
ya te vi, que también sos débil,
que toda fragilidad se transmite,
y sé más de vos por cómo me asustan tus truenos,
que por todo lo que quieras llover.